¿Alguna vez ha tenido la sensación de tener sequedad ocular tras experimentar un cambio hormonal? Es posible que esa sea la causa, pues existe una relación entre las hormonas y el ojo seco.
¿Qué relación existe entre las hormonas y la sequedad ocular?
Las hormonas, especialmente las hormonas sexuales femeninas, como los estrógenos y la progesterona, pueden afectar a la producción de lágrimas y a la salud ocular en general. Estas dos hormonas desempeñan un papel importante en la regulación de la producción de lágrimas y la lubricación ocular.
Las glándulas lagrimales son las encargadas de producir las lágrimas, que resultan fundamentales para mantener los ojos hidratados y lubricados. Los estrógenos son hormonas que pueden influir en la estimulación de estas glándulas, debido a que pueden contribuir a una generar una producción de lágrimas adecuada.
Por tanto, la inestabilidad de los niveles de estrógenos puede afectar a los ojos y provocar sequedad ocular, entre otras cosas, puesto que las glándulas lagrimales estarán menos estimuladas. Las lágrimas permiten hidratar la córnea mediante el parpadeo. Por este motivo, si las glándulas producen menos lágrimas, los ojos estarán menos hidratados y es posible sufrir sequedad ocular. Por tanto, un nivel hormonal equilibrado contribuye a una mejor lubricación de la superficie ocular, dado que la producción de lágrimas resulta más adecuada.
Hay ciertos períodos de la vida en que es posible experimentar algún trastorno hormonal, lo cual puede dar lugar al síndrome de ojo seco. Sensación de sequedad, arenilla, ardor, sensibilidad a la luz… este es un trastorno que puede presentar síntomas muy diversos.
¿Qué provoca sequedad ocular?
- La menstruación
Durante el período menstrual, cuando los niveles de estrógenos son bajos, algunas mujeres pueden experimentar una disminución en la producción de lágrimas que puede ir acompañada de un aumento de las molestias oculares, incluida la sensación de sequedad ocular.
- El embarazo
Las fluctuaciones hormonales durante el embarazo pueden influir en la producción de lágrimas y, por tanto, provocar síntomas de sequedad ocular. Es importante señalar que los síntomas de sequedad ocular que se experimentan durante el embarazo suelen ser temporales y desaparecen después del parto, cuando los niveles hormonales comienzan a normalizarse.
- La tiroides
La glándula tiroides es responsable de la producción y regulación de las hormonas tiroideas en el organismo. Los desequilibrios de la tiroides, como el hipotiroidismo (función tiroidea insuficiente) y el hipertiroidismo (función tiroidea excesiva), pueden afectar a diferentes partes del cuerpo, incluidos los ojos. En todos los casos, cuando existe algún desajuste de la tiroides, este puede ir acompañado de sequedad ocular.
- La menopausia
Desde la premenopausia y durante menopausia, cuando los niveles de estrógenos caen significativamente, las mujeres pueden ser más propensas a sufrir síntomas de ojo seco. De hecho, esta disminución de estrógenos puede provocar una reducción de la producción de lágrimas.
- La madurez en el caso de los hombres
Si bien es cierto que las hormonas femeninas son las que pueden tener principalmente un impacto en el ojo seco, cabe señalar que la edad en general es un factor desencadenante de la sequedad ocular. Por tanto, los hombres también pueden verse afectados. De hecho, a medida que envejecemos se observa una disminución en la producción de lágrimas, ya que las glándulas lagrimales están menos activas.
Algunos consejos para reducir la sequedad ocular
- Acuda al médico para intentar regular los niveles hormonales en determinados casos, como los problemas de tiroides, por ejemplo.
- Utilice lágrimas artificiales para lubricar la superficie ocular con regularidad. Es fundamental elegir colirios sin conservantes, pues son perjudiciales para los ojos. Su oftalmólogo también puede ofrecerle tecnologías de reciente desarrollo, como la LPI.
- Procure protegerse bien los ojos frente a las agresiones externas. Use gafas para evitar que el viento, el sol o el humo dañen sus ojos.
- Siga una rutina de higiene diaria para los párpados. Esta consiste en 3 pasos: calentar, masajear y limpiar. Haga clic aquí para ver nuestro tutorial.
- No olvide realizar parpadeos completos para mantener los ojos hidratados, al extender la película lagrimal. Se recomienda parpadear cada 4 segundos. En el caso de que no parpadee con la suficiente regularidad, puede realizar ejercicios de parpadeo siguiendo nuestro tutorial (haga clic aquí).
EN CASO DE PADECER TRASTORNOS RELACIONADOS CON LA SEQUEDAD OCULAR, CONSULTE A UN OFTALMÓLOGO.
