¿Sabía que el alcohol puede afectar a los ojos y provocar sequedad ocular? A continuación, le explicamos todo lo que hay que saber sobre la relación entre el alcohol y la sequedad ocular.
El alcohol puede tener efectos nocivos para el organismo, aunque no se habla tanto de cómo afecta a los ojos. De hecho, el alcohol tiene un impacto real en la salud ocular y pueden surgir diversos problemas relacionados con su consumo. La sequedad ocular, que se experimenta cuando los ojos no producen suficientes lágrimas o cuando estas no son de buena calidad, puede ser consecuencia del consumo de alcohol. Esto puede provocar picores, ardor o enrojecimiento. Aunque también intervienen otros factores como la edad o las condiciones ambientales, el alcohol también influye en este problema.
¿Cuáles pueden ser las consecuencias del alcohol para la vista?
El consumo de alcohol puede tener varias consecuencias perjudiciales para la vista, como:
– Visión borrosa: El alcohol puede afectar a la capacidad de los músculos oculares para contraerse adecuadamente, lo que puede causar visión borrosa o doble.
– Mayor sensibilidad a la luz: Algunas personas pueden experimentar una mayor sensibilidad a la luz después de beber alcohol, lo que puede dificultar la visión cuando hay luces brillantes.
– Reducción del campo visual: El consumo excesivo de alcohol también puede perjudicar la percepción visual, al reducir el campo visual y la capacidad de distinguir detalles.
– Riesgo de enfermedades oculares: El consumo excesivo de alcohol conlleva un riesgo de desarrollar ciertas enfermedades oculares, como la neuropatía óptica. Se produce cuando se daña el nervio óptico, que es esencial para transmitir información visual desde el ojo al cerebro.
– Sequedad ocular: El alcohol puede reducir la producción de lágrimas o alterar su calidad, lo que puede provocar sequedad ocular.
¿Por qué el alcohol puede causar sequedad ocular?
En primer lugar, el alcohol afecta a la producción de lágrimas. Las lágrimas son esenciales para mantener los ojos hidratados y protegidos frente a irritantes externos. A medida que envejecemos, la producción natural de lágrimas tiende a disminuir, lo que puede contribuir al desarrollo de sequedad ocular. El consumo de alcohol puede empeorar este fenómeno al acelerar el envejecimiento de las células encargadas de producir las lágrimas.
Además, el alcohol tiene un efecto deshidratante en el cuerpo y, por tanto, también en los ojos, lo que hace que estén secos e irritados. La deshidratación puede afectar a todos los tejidos y órganos del cuerpo, incluidos los ojos. Las lágrimas, que son fundamentales para mantener los ojos hidratados, también se ven afectadas por la deshidratación. La deshidratación excesiva puede reducir la película lagrimal que cubre la superficie del ojo, provocando sequedad ocular.
Por último, el alcohol es un oxidante importante que tiene un efecto negativo para los ojos. Cuando bebemos alcohol, nuestro cuerpo responde produciendo unas sustancias llamadas radicales libres. Para explicarlo sencillamente, estos radicales libres son moléculas “malas” que pueden dañar las células del cuerpo, incluidas las de los ojos. Por tanto, el cuerpo necesita antioxidantes para prevenir problemas oculares como la sequedad ocular.
Algunos consejos para reducir la sequedad ocular
- Beba menos alcohol: Reducir el consumo de alcohol puede ayudar a aliviar los síntomas del ojo seco.
- Hidrátese regularmente: Beba mucha agua para mantener una óptima hidratación (entre 1,5 y 2 litros de agua al día).
- Evite ambientes secos o irritantes: Evite lugares con aire seco, como espacios con calefacción en invierno o lugares con aire acondicionado en verano, ya que esto puede empeorar la sequedad ocular. Si es necesario, utilice un humidificador de aire para mantener la humedad ambiente.
- Lávese los párpados regularmente: Para limitar los síntomas de la sequedad ocular, cuide sus párpados. La higiene se realiza en cuatro pasos: calentamiento, masaje, limpieza y aclarado (haga clic aquí para ver nuestro tutorial completo).
- Haga parpadeos completos y regulares: El parpadeo es fundamental para extender la película lagrimal e hidratar así la superficie ocular. Se recomienda parpadear 15 veces por minuto.
EN CASO DE PADECER TRASTORNOS RELACIONADOS CON LA SEQUEDAD OCULAR, CONSULTE A UN OFTALMÓLOGO.
El alcohol es peligroso para la salud y debe consumirse con moderación.
