¿Alguna vez ha tenido la sensación de tener los ojos secos al leer o incluso picor? Al igual que el uso de pantallas, la lectura puede reducir la frecuencia del parpadeo, lo cual puede provocar sequedad ocular.
Esta afección aparece cuando los ojos no producen suficientes lágrimas de calidad o si las lágrimas se evaporan demasiado rápido. La lectura prolongada puede empeorar este problema, ya que tendemos a parpadear con menos frecuencia o a hacerlo parcialmente cuando estamos más concentrados. Esto puede dar lugar a una disminución de la frecuencia de parpadeo y que haya más parpadeos incompletos, lo que causa sequedad ocular.
La importancia del parpadeo
El parpadeo es fundamental para mantener la salud ocular, especialmente en lo relacionado con la sequedad ocular. Cuando leemos o trabajamos ante la pantalla, es habitual que reduzcamos involuntariamente la frecuencia con la que parpadeamos. Esto puede agravarse cuando estamos muy concentrados, lo cual reduce el número de parpadeos por minuto. La calidad del parpadeo también se reduce, pues tendemos a no parpadear por completo.
El parpadeo estimula las glándulas de Meibomio de los párpados y extrae los lípidos que componen las lágrimas. Además, resulta importante para que las lágrimas tengan buena calidad y se distribuyan uniformemente por la superficie ocular, lo que ayuda a mantener una hidratación adecuada para proteger la córnea.
Ahora bien, cuando disminuye la frecuencia y calidad del parpadeo, los ojos están menos lubricados, lo que puede provocar una evaporación excesiva de las lágrimas y, en consecuencia, sequedad ocular. Por tanto, parpadear periódicamente es fundamental. Lo ideal es realizar quince parpadeos completos por minuto (lo cual equivale a un parpadeo cada cuatro segundos).
¿Cómo cuidar la vista durante la lectura?
- Hacer descansos regulares
Cuando estamos inmersos en la lectura, es fácil perder la noción del tiempo. Sin embargo, es fundamental hacer pausas periódicas para descansar la vista. Siga la regla 20-20-20: cada 20 minutos, mire algo situado a 20 pies (6 m) de distancia durante al menos 20 segundos. Esto contribuye a reducir la fatiga ocular.
- Hacer ejercicios de parpadeo
Para prevenir la sequedad ocular al leer, generalmente hay que mantener una frecuencia de parpadeo normal. Hacer ejercicios de parpadeo regulares puede ayudarle a aliviar la sensación de sequedad. Aproveche sus descansos habituales para hacer ejercicios de parpadeo. Para ello, puede cerrar los ojos durante tres segundos, apretar los párpados con fuerza durante otros tres segundos y finalmente abrirlos durante tres segundos. Este ejercicio se puede realizar cinco veces seguidas y varias veces al día. Haga clic aquí para ver nuestro tutorial.
- Regular la iluminación
La iluminación es un factor fundamental para prevenir la sequedad ocular. Asegúrese de que haya suficiente luz ambiental, aunque evitando que haya reflejos directos en la página. Asegúrese también de que la pantalla no tenga demasiado brillo, lo cual puede aumentar la fatiga ocular.
- Reducir la exposición a las pantallas
Si lee en dispositivos electrónicos, como lectores electrónicos o tabletas, reduzca el brillo de la pantalla y utilice filtros antirreflejos. La luz azul emitida por estos dispositivos puede contribuir a la fatiga ocular, así como a la sequedad ocular.
- Comprar libros en letra grande
Optar por libros con un tamaño de letra más grande puede ser de gran ayuda a la hora de reducir los síntomas de sequedad ocular que se experimentan al leer. Las editoriales ofrecen cada vez más libros con un tamaño de letra especial que facilitan la lectura, especialmente para quienes sufren de sequedad ocular, ya que la vista se cansa menos. Cuando el tamaño de letra es más grande, se disfruta de una experiencia de lectura más cómoda. A la hora de elegir sus próximas lecturas, tenga en cuenta el tamaño de la letra para cuidar su salud ocular y disfrutar así de una lectura lo más placentera posible.
- Usar gafas con cámara de humedad
En casos de sequedad ocular grave, invertir en gafas con cámara de humedad para el ojo seco puede ser una solución eficaz para aliviar sus efectos durante la lectura. Son gafas diseñadas para mantener un nivel de humedad óptimo en la zona de los ojos, lo que ayuda a evitar que las lágrimas se evaporen rápidamente. Además, ayudan a crear un microclima agradable, al reducir la sensación de sequedad y prevenir la fatiga ocular. Tanto si es un gran lector como si trabaja mucho tiempo frente a la pantalla, estas gafas son una solución práctica para cuidar la vista mientras disfruta de sus actividades favoritas. Sin embargo, existen otros tratamientos que permiten tratar la sequedad ocular y reducir sus síntomas durante varios meses, como la IPL (Luz Pulsada Intensa).
EN CASO DE PADECER TRASTORNOS RELACIONADOS CON LA SEQUEDAD OCULAR, CONSULTE A UN OFTALMÓLOGO.