¿Tiene problemas de tiroides y ha experimentado sequedad ocular o una sensación de arenilla en los ojos? Cabe señalar que la sequedad ocular es uno de los síntomas de un desajuste tiroideo.
¿Qué es la tiroides?
La tiroides es una glándula que se encuentra en el cuello y que es esencial para el buen funcionamiento del metabolismo. Produce dos hormonas: la triyodotironina (T3) y la tiroxina (T4), que intervienen en el control del equilibrio hormonal del organismo. Si se altera este equilibrio, todo el metabolismo resulta afectado.
Existen varias enfermedades tiroideas, como:
- El hipertiroidismo: producción excesiva de hormonas
- El hipotiroidismo: producción insuficiente de hormonas
¿Existe alguna relación entre la tiroides y la sequedad ocular?
La sequedad ocular es uno de los síntomas de un desajuste tiroideo.
El hipotiroidismo y el síndrome del ojo seco
En el caso del hipotiroidismo, la glándula tiroidea no produce suficientes hormonas. Hay una menor producción de lágrimas. Recordemos que las lágrimas protegen, humedecen, lubrican e incluso limpian los ojos. Si su producción es insuficiente, los ojos se resecan y pueden aparecer síntomas de sequedad ocular.
El hipertiroidismo y el síndrome del ojo seco
El hipertiroidismo es una enfermedad causada por una sobreproducción de hormonas. Al contrario que el hipotiroidismo, el hipertiroidismo se manifiesta por una aceleración de la mayoría de las funciones del organismo.
Por ejemplo, el hipertiroidismo puede conllevar una enfermedad ocular denominada oftalmopatía tiroidea o enfermedad de Basedow.
¿Qué es la oftalmopatía tiroidea?
La oftalmopatía tiroidea o enfermedad de Basedow es una enfermedad autoinmunitaria generalmente asociada al hipertiroidismo, aunque también puede darse en personas con hipotiroidismo.
Se produce cuando los ojos no producen suficientes lágrimas, o al contrario, si existe un exceso de lagrimeo, lo que explica que la sequedad ocular sea uno de los síntomas de esta enfermedad.
Otro síntoma de esta enfermedad es la inflamación de los músculos y tejidos situados detrás del globo ocular. Así, los ojos se ven empujados hacia delante, lo que impide el parpadeo ocular completo. Sin embargo, estos parpadeos cumplen una función fundamental, al permitir mantener los ojos hidratados y, en consecuencia, limitar la sequedad ocular.
Algunos consejos para reducir la sequedad ocular
- Es aconsejable instilar colirios de lágrimas artificiales, lo que permitirá mantener la hidratación de los ojos para compensar la falta de lágrimas naturales.
- Es importante adoptar hábitos de higiene diaria de párpados. Primero será necesario desmaquillarse con agua micelar formulada para ojos sensibles. El segundo paso es calentar los párpados con un antifaz con efecto calor o con compresas calientes, paso al que habrá que dedicar entre 10 y 15 minutos. Esto permitirá licuar el meibum (el aceite de las lágrimas) de mala calidad. Después de 6 minutos, parpadee bajo la máscara de 3 a 5 veces, parpadeando completamente. Por último, límpiese el borde de los párpados con toallitas para ojos secos.
- No olvide protegerse bien los ojos frente a las agresiones externas. El viento, el sol o el humo producen sequedad ocular.
- Parpadee por completo regularmente. Al hacerlo, es posible distribuir adecuadamente la película lagrimal para hidratar los ojos. Será necesario parpadear una 15 veces por minuto, lo que equivale aproximadamente a un parpadeo cada 4 segundos. Si necesita adquirir este hábito, puede realizar ejercicios de parpadeo: haga clic aquí para ver nuestro tutorial.
- ¡Además, le recomendamos beber mucha agua! Un cuerpo bien hidratado es un cuerpo sano, y lo mismo sucede con los ojos. Cuando el cuerpo está bien hidratado, los ojos también lo están. Se recomienda beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día.
EN CASO DE PADECER TRASTORNOS RELACIONADOS CON LA SEQUEDAD OCULAR, CONSULTE A UN OFTALMÓLOGO.