¿Se ha preguntado también si su dieta afecta a su salud ocular?
Un estilo de vida activo, una dieta sana y una buena hidratación contribuyen a una buena salud ocular.
Ciertos alimentos, ricos en nutrientes como los ácidos grasos omega 3 y las vitaminas, contribuyen al buen funcionamiento de las células visuales.
¿Cuáles son estos nutrientes buenos para nuestros ojos?
LA VITAMINA A:
La vitamina A es indispensable para la correcta irrigación del ojo y, por tanto, para prevenir la sequedad ocular.
También es muy buena para la retina, la cual está compuesta por células que transforman la luz en impulsos nerviosos que el cerebro interpreta en imágenes. Estas células necesitan vitamina A para poder funcionar correctamente.
La vitamina A es imprescindible para limitar la aparición de ciertos síntomas, como la disminución de la agudeza visual o la sequedad ocular, y podría resultar beneficiosa en caso de cataratas y degeneración macular asociada a la edad.
¿Dónde se encuentra la vitamina A? En la yema de huevo, el hígado de res, la mantequilla, la carne, el pescado, los tomates, los albaricoques, las espinacas, las calabazas, la lechuga, los pimientos, los melones…
El β-caroteno es un precursor de la vitamina A, además de un antioxidante importante para la vista. Se encuentra en zanahorias, albaricoques, batatas, mangos, papayas y tomates, pero también en espinacas, perejil, brócoli…
LA VITAMINA C:
La vitamina C es indispensable para combatir los radicales libres, responsables del envejecimiento celular. Esta vitamina protege la córnea y el cristalino de la oxidación y parece ayudar a prevenir las cataratas. Otros antioxidantes potentes, como el zinc y la vitamina E, resultan beneficiosos para las células visuales.
¿Dónde se encuentra la vitamina C? En los cítricos, el kiwi, las verduras de hoja verde (perejil, espinacas…), las coles…
LA LUTEÍNA Y LA ZEAXANTINA:
La luteína y la zeaxantina son antioxidantes. Pertenecen a la familia de los carotenoides.
Estos antioxidantes contribuyen a prevenir las cataratas y la degeneración macular asociada a la edad (DMAE). La mácula, que es la parte central de la retina, interviene en la visión de los detalles a la hora de leer, escribir, conducir, reconocer rostros, etc.
Esta parte central de la retina es rica en pigmentos de luteína y zeaxantina, que protegen la mácula frente a los daños de la radiación luminosa. Estos antioxidantes podrían contribuir a prevenir las cataratas y la degeneración macular asociada a la edad.
¿Dónde se encuentran la luteína y la zeaxantina? En frutas y verduras amarillas, naranjas (zanahorias, calabazas, maíz, pimientos, cítricos…) y verdes (espinacas, coles…).
LOS ÁCIDOS GRASOS OMEGA 3:
Los ácidos grasos omega 3 son fundamentales para el mantenimiento de la retina y para combatir la sequedad ocular.
Estos ácidos grasos polinsaturados, muy conocidos por sus beneficios para el sistema cardiovascular, contribuyen a una correcta hidratación del ojo y a prevenir la sequedad ocular. También tienen un efecto preventivo frente a la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).
¿Dónde se encuentra el omega 3? En el pescado, principalmente en pescados grasos (salmón, arenques, anchoa, caballa, sardinas…) y en aceites vegetales ricos en omega 3 (colza, nueces, lino).
Pero cuidado con los ácidos grasos omega 6 (grasas saturadas), pues tienen el efecto contrario a los omega 3. Si se consumen en exceso, son muy perjudiciales para el corazón y los vasos sanguíneos.
Por eso, es preferible limitar los alimentos ricos en omega 6 (aceite de girasol, carne roja, charcutería, fritos, bollería…).
LA VITAMINA D:
La vitamina D es fundamental para luchar contra la miopía y la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).
¿Dónde se encuentra la vitamina D? La vitamina D se produce en la piel por efecto de los rayos UV. Exponerse al sol unos minutos todos los días nos permitirá obtener nuestro aporte diario de vitamina D. Algunos alimentos contienen una pequeña cantidad de vitamina D, pero no la suficiente para satisfacer nuestras necesidades: son los aceites de pescado, el hígado y la yema de huevo.
Es fundamental que esta dieta adecuada y rica en nutrientes vaya acompañada de una buena hidratación: hay que beber mucha agua regularmente (de 1,5 a 2 litros de agua al día).
Y es que el líquido lagrimal, responsable de evacuar las sustancias indeseables de nuestros ojos (cuerpos extraños, suciedad, polvo o pestañas), no funciona bien cuando las reservas de líquido son insuficientes. Además, puede surgir irritación, que en ocasiones puede perjudicar la salud de nuestros ojos de forma permanente.
EN CASO DE PADECER TRASTORNOS RELACIONADOS CON LA SEQUEDAD OCULAR, CONSULTE A UN OFTALMÓLOGO.